Recetas saludables para prevenir ataques cardíacos

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La medicina moderna está llena de misterios pendientes de ser resueltos. Por fortuna, el ataque al corazón no es uno de ellos.

Gracias a cuatro décadas de intensas investigaciones, nuestros conocimientos acerca del principal problema de salud del mundo desarrollado son inmensos. De hecho, no sabemos de ningún especialista de corazón que dude sobre el importante papel que desempeña la nutrición en la prevención y el tratamiento de esta afección.

Tal vez usted piensa que el ataque al corazón es algo que aparece de pronto como un rayo en el cielo. Pero no se deje engañar por las apariencias. Aunque parezca repentino, el ataque al corazón es simplemente la culminación de un proceso que ha estado tras las bambalinas durante décadas.

El desarrollo del drama es el siguiente. La primera etapa (que es la más larga) es absolutamente silenciosa. Durante este tiempo, la grasa y el colesterol se van depositando, muy lentamente, en las paredes de los vasos sanguíneos. Poco a poco los depósitos de grasa se van agrandando, y el resultado es que las arterias se estrechan cada vez más.

A veces, en algún momento del proceso, conocido vulgarmente como endurecimiento de las arterias (arteriosclerosis), sobreviene una señal de alarma: dolores en el pecho o angina. Pero a menudo la enfermedad prosigue su callada tarea sin dar ningún aviso hasta que, llegado un punto, un coágulo (trombosis) aparece en una de las arterias que suministran sangre al corazón.

Es en este momento cuando muchas de las víctimas se enteran de que tienen problemas en sus arterias. Por fortuna, la mayoría sobrevive al primer ataque. Entonces quieren saber las causas y cómo evitar que ocurra de nuevo.

Los factores de riesgo

Es probable que usted se haya dado cuenta de que los médicos procuran no emplear la palabra «causa» cuando hablan de enfermedades comunes. Tal vez le resulte extraño, pero en el campo de la ciencia y la medicina, por lo visto, no se puede asegurar nada a pies juntillas, y en consecuencia palabras como «causa» parecen estar fuera de lugar. En vez de ello, los médicos prefieren hablar de «factores de riesgo».

Un factor de riesgo es precisamente lo que su nombre indica: un hábito, una tendencia o una situación que aumenta las probabilidades de sufrir una enfermedad. Puede estar relacionado con la edad, el sexo, la familia, el lugar de nacimiento o la residencia habitual. Las posibilidades son infinitas.

Desde luego, el riesgo de sufrir un ataque al corazón aumenta con la edad, y los hombres lo sufren con más frecuencia que las mujeres. Pero estos factores de riesgo están fuera de nuestro control. Con otros, sin embargo, ocurre todo lo contrario: están determinados en gran parte por nuestro estilo de vida.

Sin duda usted sabe cuáles son los tres principales factores de riesgo, pero por si se le han olvidado, aquí los tiene. Colesterol malo alto o LDL, tabaco e hipertensión arterial.

Estos tres factores de riesgo han sido noticia de primera plana durante décadas. Probablemente en los últimos años habrá oído hablar del colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad) o colesterol «bueno». Los últimos hallazgos demuestran que la mejor medida del riesgo no es la suma total de colesterol en la sangre, sino la relación entre el colesterol total y el colesterol HDL.

¿Por qué entonces los especialistas insisten en controlar el colesterol total como el principal factor de riesgo? Una razón es por no complicar las cosas, y otra, porque si el nivel de colesterol total es alto, ello no se debe precisamente a un elevado índice de HDL, como desearíamos todos.

Entre las personas con un alto nivel de colesterol total, la gran mayoría también tiene mucho colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad), el tipo «malo». Así que, a menos que esté usted seguro de que su suma total es alta porque tiene mucho HDL, considérelo una seria advertencia. (Si su HDL es bajo, siga el ejemplo de aquellos que hacen ejercicio regularmente, no fuman y mantienen el peso controlado mediante una dieta saludable y balanceada.

Como el mejor remedio para los ataques cardiacos es la prevención, a continuación se presentan dos recetas que pueden contribuir a prevenirlo

Recetas saludables para prevenir el ataque cardiaco
Receta saludable para prevenir el ataque cardiaco #1:Pollo asado al romero con verduras de verano

Tiempo de preparación: 10 minutos • Tiempo de cocción: 2 5 minutos Rendimiento: 4 porciones • 312 calorías por porción, 35por ciento de grasa

Ingredientes

2 cucharadas de romero fresco picado

3 dientes de ajo, pelado y rallado

4 muslos de pollo orgánico

Sal y pimienta negra en polvo (opcional)

1 1/2 de taza de jugo vegetal picante

1 cucharada de aceite de oliva extravirgen

4 tajadas de berenjena de 1,30 crn (del lado grueso)

2 tajadas de calabacín cortadas a lo largo

2 tomates ciruela grandes, cortados por la mitad

1 lata de 15 onzas de garbanzos sin sal, escurridos

1/2 de taza de queso bajo en grasas desmenuzado

Preparación

Prepare carbones o un asador de gas a fuego medio. Mezcle 1 cucharada de romero y 1/3 de ajo picado en un recipiente grande; reserve. Desprenda la piel de los muslos con los dedos. Presione lo que le reste del romero y el resto del ajo bajo la piel; masajee para distribuir la mezcla de manera uniforme. Condimente los lados del pollo sin piel con sal y pimienta, si lo desea. Ponga el pollo con la parte con piel hacia arriba en la parrilla. Ase tapado por 10 minutos.

Mezcle el jugo vegetal con el aceite; lleve 2 cucharadas de esta mezcla al recipiente grande con la mezcla reservada del romero. Con una brocha, unte esta combinación sobre los dos lados de las verduras y llévelas al asador.Voltee el pollo.Ase tapado por 5 minutos.Voltee las verduras y siga asando por 5 minutos o hasta que las verduras estén tiernas.

Deje el pollo en la parrilla por 5 minutos más o hasta que estécocinado. Entre tanto, lleve las verduras a una tabla y píquelas en cubos. Añada las verduras cortadas al recipiente con el romero. Incorpore los garbanzos y revuelva bien. Sazone con sal y pimienta, si lo desea; lleve a los platos Retire el pollo de la parrilla y quítele la piel de los muslos. Disponga los muslos sobre la mezcla de verduras y cubra con queso feta.

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Receta saludable para prevenir los ataques cardiacos #2 Truca asada al límón sobre una crujiente ensalada mediterránea de repollo

Tiempo de preparación: í 5 minutos ‘Tiempo de cocción: 8 minutos Grasa total 8,6 g Rendimiento: 4 porciones • 264 calorías por porción, 29 por ciento Calorías 77,2 de grasa Colesterol 83,6 mg Grasa saturada 1,6 g

Ingredientes

2 naranjas grandes peladas

3 cucharaditas de aceite de ajonjolí oscuro

1 cucharada de aceite de ajonjolí oscuro

4 truchas arcoíris de entre 6 y 8 onzas cada una, condimentadas y deshuesadas

3 tazas de ensalada de repollo

Preparación

Prepare los carbones, el asador de gas o la parrilla del horno. Corte las naranjas burdamente y guarde el jugo. Mida 2 cucharadas del jugo (exprima las naranjas picadas suavemente para extraer el jugo necesario) y llévelas a un recipiente grande. Añada la salsa de soya y el aceite de ajonjolí; revuelva bien. Con 2 cucharadas de esta mezcla y una brocha, unte las truchas; ábralas como un libro. Unte 1 cucharada de la mezcla restante sobre las truchas sin piel.

Ase las truchas, tapadas, con la piel hacia abajo en un asador aceitado o cocine a 15 cm de distancia de la fuente de calor por 3 minutos. Unte con la brocha la mezcla restante de la salsa de soya. Ase o cocine por 3 o 4 minutos más o hasta que la trucha esté opaca en el centro.

Añada las naranjas picadas y la ensalada de repollo a la mezcla de la salsa de soya a un recipiente grande. Revuelva bien y lleve a 4 platos. Sirva con la trucha.

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